Don Carlos Martínez de Irujo Tacón

Tataranieto de Pedro Cárdenas Barajas Miranda (mi 9º abuelo)

Carlos Manuel Martínez de Irujo y Tacón Eríce y Gamiz (Cartagena (Murcia), 4 de diciembre de 1765 - Madrid, 17 de enero de 1824) fue un diplomático y político español, I marqués de Casa-Irujo (desde el 6 de marzo de 1803), caballero de la Orden de Carlos III, Secretario de Estado en tres ocasiones (1812, 1818-9 y 1823).

Hijo del matrimonio habido entre Manuel Martínez de Irujo y de Erice, natural de Beriáin (Navarra), Contador del ejército del Reino de Valencia, y Narcisa Tacón y Gámiz, Carlos Martínez de Irujo y Tacón fue instruido en la Universidad de Salamanca, y en 1786 fue nombrado secretario en la legación española en Holanda. En 1794, trabajando como primer secretario en la Embajada española en Londres tuvo una hija ilegítima llamada Lavinia de Irujo. Se conservan varios dibujos suyos ejecutados por el artista Henry Fuseli (1741-1825). Durante su estancia en Gran Bretaña perfeccionó el idioma y adquirió considerables conocimientos de economía, realizando la traducción al español de La Riqueza de las Naciones, de Adam Smith.

Fue promovido a ministro extraordinario y plenipotenciario de Su Majestad Católica en la Legación española de Filadelfia, en sustitución del encargado de negocios José Jáudenes y Nebot. Tomó posesión del cargo en el junio de 1796, y lo desempeñaría por espacio de doce años, hasta 1807. Alcanzó fama en los Estados Unidos por sus presuntas conspiraciones separatistas con el vicepresidente Aaron Burr.
En 1809 fue sustituido por Luis de Onís, volviendo a una España desgarrada por la Guerra de Independencia. Se ofreció para el cargo de ministro plenipotenciario en Portugal, pero no llegó a desempeñar el puesto porque, al acreditar solo Portugal un encargado de negocios, el nuevo presidente de la Junta Central Suprema, el Marqués de Astorga, consideró más oportuno enviarlo a Río de Janeiro, donde estaba la corte en el exilio de Juan VI. En Brasil trató de coordinar esfuerzos para poner fin a la rebelión del virreinato de La Plata. A partir de la Revolución de Mayo y la instalación de la Primera Junta en Buenos Aires en mayo de 1810, fue uno de los organizadores de la oposición a los rebeldes en Montevideo. Logró el apoyo naval del monarca luso, y en 1811 negoció un armisticio con Manuel de Sarratea.

Desempeñó por primera vez a la Secretaría de Estado entre el 23 de junio y el 27 de septiembre de 1812. Una segunda, con carácter interino, entre 14 de septiembre de 1818 y el 12 de junio de 1819, pero cayó derribado por los manejos de Lozano de Torres, hombre de confianza del Rey. Su labor más destacada durante este mandato fue la recomendación de resolver el problema americano con medios exclusivamente españoles, alegando que sólo mediante un considerable aumento de la potencia militar en América podría ésta volver a la obediencia de España, como deseaba la mayor parte de su población. Casa Irujo hizo aprobar por el Consejo de Estado una consulta en que se recomendaba a Fernando VII redoblar los intentos de pacificar los territorios ultramarinos mediante la organización de un potente ejército, cuyo destino acordado fue Río de la Plata. Este ejército, al mando del conde de La Bisbal, sería el que se alzaría en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) el 1 de enero de 1820, resultando en la restauración de la Constitución de Cádiz y el llamado Trienio liberal.

Desempeñó el cargo de Embajador en Francia durante este período, y volvió finalmente al Ministerio de Estado y a la jefatura del Gobierno el 2 de diciembre de 1823, remplazando al ultrarreaccionario Víctor Damián Sáez, pero dejó el cargo en manos de Narciso Heredia, conde de Ofalia, como interino durante su enfermedad el 25 de diciembre. Falleció menos de un mes después, el 17 de enero de 1824.